A sus 27 años, Nadia Podoroska sigue sumando pasos firmes para inscribir su nombre en la élite del tenis latinoamericano. Esta talentosa jugadora, oriunda de Rosario, Argentina, tiene los ojos puestos en el Abierto WTA 250 de Mérida 2024, un torneo que representa una gran oportunidad para consolidar su carrera en territorio latinoamericano.
Una trayectoria marcada por Latinoamérica
Curiosamente, todas las finales que Podoroska ha disputado en el WTA Tour han sido en suelo latinoamericano, destacándose como una de las figuras más prometedoras de la región. Desde su debut en 2011, ha competido en grandes escenarios internacionales, pero ha sido en su propio continente donde ha brillado con mayor intensidad. En 2023, se coronó campeona en Cali, y este 2024 ha sumado victorias en San Luis Potosí y Barranquilla, todas en torneos Challenger.
En Mérida, Podoroska parte como una de las principales favoritas, junto a la mexicana Renata Zarazúa. Este torneo, que apenas celebra su segunda edición, le ofrece la oportunidad de alzarse con su primer título de singles en la categoría 250 del WTA Tour.
Un sueño que nació en Rosario
Nadia Podoroska creció en una familia de farmacéuticos en Rosario, ciudad que también es cuna del astro Lionel Messi. A los cinco años, sus padres la llevaron al Club Fisherton, donde comenzó su aventura en el tenis. Desde entonces, no ha dejado de trabajar duro para alcanzar sus sueños, a pesar de las dificultades que enfrenta cualquier deportista en Argentina, un país donde el tenis sigue siendo un deporte de élites.
«El tenis es un deporte caro. Desde las raquetas hasta el entrenamiento, todo representa un gran esfuerzo económico, sobre todo para las familias de clase media o baja», admite Podoroska. Sin embargo, su talento y dedicación la han llevado a superar esas barreras, contando con el apoyo de figuras importantes del tenis argentino, como Gabriela Sabatini.
Un futuro prometedor
A lo largo de su carrera, Podoroska ha tenido el privilegio de entrenar con Juan Pablo Guzmán y Emiliano Redondi, y su crecimiento como jugadora es innegable. En 2020, alcanzó las semifinales de Roland Garros, una hazaña que la consolidó como una de las promesas del tenis femenino. También ha representado a Argentina con orgullo, ganando la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y llegando a los octavos de final en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Con un puesto actual en el ranking 80 de la WTA, Podoroska sigue enfocada en mejorar sus resultados y llevar su carrera al siguiente nivel. Y mientras lo hace, inspira a nuevas generaciones de tenistas en Argentina y toda Latinoamérica.
Más torneos en la región
Antes de su debut en Mérida, Podoroska resaltó la importancia de que más torneos del WTA Tour se celebren en Latinoamérica: «Tener más torneos en la región ayudaría muchísimo a las jugadoras locales para competir y entrar en los rankings globales. No es lo mismo jugar en Europa o Estados Unidos que hacerlo en casa», comentó.
El Abierto de Mérida 2024 no solo es una oportunidad para ella, sino también para el crecimiento del tenis en la región. Con figuras como Nadia Podoroska liderando, el futuro del deporte en Latinoamérica luce cada vez más prometedor.
