Los grabados siempre han sido una parte esencial del arte y la comunicación en México. Desde los colonizadores españoles que trajeron impresos religiosos en el siglo XVI hasta los carteles de la Revolución Mexicana, este medio ha capturado las luchas, la cultura y el espíritu de la nación. Ahora, el Museo Metropolitano de Arte (Met) en Nueva York celebra esta rica historia con la exposición “Grabados mexicanos de la vanguardia”.
El arte del grabado como herramienta de cambio
La exposición recorre siglos de historia, desde las primeras Madonnas y esqueletos de José Guadalupe Posada hasta las obras revolucionarias de Diego Rivera y los vibrantes trabajos de Rufino Tamayo. Durante la Revolución Mexicana (1910-1920), los grabados se convirtieron en una poderosa herramienta de propaganda, influyendo en campesinos y obreros a través de imágenes impactantes de plutócratas y héroes campesinos.
José Guadalupe Posada, conocido por sus calaveras, satirizó a la élite política y a la prensa de su tiempo. Su Catrina, un esqueleto elegante con sombrero de plumas, se ha convertido en un símbolo cultural ligado al Día de Muertos, trascendiendo fronteras y generaciones.
Diego Rivera y la Revolución en papel
Diego Rivera, famoso por sus murales, también dejó su huella en el grabado. Su litografía de Emiliano Zapata, de 1932, muestra al líder campesino no como un caudillo vestido de charro, sino como un hombre del pueblo, con huaraches y ropa sencilla. Rivera logra inmortalizar a Zapata en una imagen poderosa, llena de simbolismo, que aún resuena hoy en día.
Un legado de diversidad artística
La colección del Met, donada en gran parte por el artista francés Jean Charlot, incluye más de 2,000 grabados de artistas icónicos como José Clemente Orozco, Rufino Tamayo, Carlos Mérida, y muchos más. Cada obra refleja un momento crucial en la historia de México, desde los días de la Revolución hasta la exploración de la identidad cultural mexicana en el siglo XX.
“Grabados mexicanos de la vanguardia” ofrece una visión única de cómo el arte gráfico ha sido parte fundamental de la transformación social y cultural de México. Esta exposición, que estará disponible hasta el 5 de enero, es una oportunidad para descubrir la riqueza y diversidad de un medio que sigue influyendo en el arte contemporáneo.