Con la llegada de 2025, Claudia Sheinbaum enfrenta su primer año completo como presidenta de México, un periodo que será crucial para consolidar la relación con los gobernadores del sur del país, incluidos los de Quintana Roo, Yucatán, Chiapas y Tabasco. Esta colaboración es esencial para la implementación de políticas públicas que abarcan desde proyectos de infraestructura y desarrollo social hasta estrategias de seguridad. Sin embargo, la gobernabilidad en esta región no está exenta de desafíos, ya que las diferencias de intereses políticos y las necesidades particulares de cada estado influyen en la dinámica de cooperación. Por esto, en La Voz de México, analizamos las alianzas formadas, los retos que enfrentan y cómo esta relación podría definir el futuro político y económico de la región en 2025.
Acuerdos recientes: impulso a la infraestructura y el desarrollo regional
Durante los primeros meses de 2025, Claudia Sheinbaum ha enfatizado la continuidad de proyectos prioritarios como el Tren Maya y la modernización de la infraestructura carretera, elementos clave para el desarrollo del sureste de México. Estas iniciativas buscan no solo mejorar la conectividad en la región, sino también atraer inversión y generar empleos en estados como Quintana Roo y Chiapas. En reuniones recientes con los gobernadores de la región, se ha acordado dar prioridad a la finalización de tramos del Tren Maya que conectan con zonas turísticas, así como a la mejora de servicios básicos como el agua y la electricidad para comunidades cercanas a las nuevas rutas
El desarrollo social también ha sido un pilar de estos acuerdos, con la ampliación de programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, que se enfoca en reducir la deserción escolar y ofrecer alternativas de empleo para los jóvenes de la región. Estos programas son vistos como una forma de atacar las raíces de la violencia y mejorar la calidad de vida de los habitantes del sur.
Análisis de las alianzas estratégicas: colaboraciones y tensiones
Los estados del sur de México han mostrado diferentes niveles de cooperación con la administración de Sheinbaum. En Tabasco y Chiapas, donde los gobiernos locales comparten afinidades políticas con la administración federal, la colaboración ha sido más fluida, facilitando la implementación de programas sociales y proyectos de infraestructura. Estas alianzas son vistas como estratégicas para garantizar el éxito de proyectos federales que requieren una coordinación estrecha para superar retos logísticos y sociales
En contraste, estados como Yucatán, gobernado por el PAN, mantienen una postura más cautelosa. Aunque el gobierno estatal ha apoyado la continuidad de algunos proyectos federales, también ha expresado la necesidad de que la asignación de recursos sea equitativa y respetuosa de la autonomía estatal. Este equilibrio es clave para evitar tensiones que puedan ralentizar la implementación de iniciativas en la región y asegurar que las decisiones federales no se perciban como imposiciones
Impacto en Quintana Roo: expectativas para 2025
Para Quintana Roo, la relación con el gobierno federal es particularmente relevante en el contexto de la reactivación turística y el fortalecimiento de la seguridad. La continuidad del Tren Maya promete mejorar la conectividad con otras regiones del sureste, facilitando el acceso de turistas nacionales e internacionales a destinos como Tulum, Playa del Carmen y Cancún. La finalización de estas obras, programada para mediados de 2025, es vista como un motor para la economía local y una oportunidad para diversificar la oferta turística
En términos de seguridad, el gobierno de Quintana Roo trabaja de la mano con la administración federal para fortalecer la presencia de la Guardia Nacional en puntos clave de la región. Esto es esencial para mantener la percepción de seguridad en un estado que depende del turismo como principal fuente de ingresos. La colaboración en este ámbito es vista como un esfuerzo para reducir los índices delictivos y garantizar que el estado siga siendo un destino seguro para visitantes e inversionistas
Reacciones de actores políticos y perspectivas para la gobernabilidad
Las decisiones de la presidenta Sheinbaum en el sur de México han generado diversas reacciones entre los legisladores y líderes de opinión. Mientras que algunos senadores de Morena destacan el enfoque de Sheinbaum en el desarrollo regional y la equidad en la asignación de recursos, legisladores de la oposición han señalado que las decisiones deben ser más consultadas con los estados para evitar la centralización de las políticas públicas.
Para muchos, el éxito de estas alianzas depende de la capacidad de la administración para adaptarse a las necesidades locales y mantener un diálogo abierto con los gobiernos estatales. Este enfoque es especialmente importante en un contexto donde los estados del sur, incluyendo Quintana Roo, buscan una mayor autonomía para definir sus prioridades y asegurar que los proyectos de desarrollo respondan a las demandas de la población local.
Una oportunidad y un reto para el sur de México en 2025
El primer año de Claudia Sheinbaum como presidenta de México presenta un escenario complejo de colaboración y desafíos con los gobernadores del sur del país. Los acuerdos alcanzados en 2025 tienen el potencial de transformar la región a través de la inversión en infraestructura y programas sociales, pero también enfrentan el reto de equilibrar las necesidades locales con la visión federal. La capacidad de la administración para mantener una relación positiva y efectiva con los estados del sureste, especialmente en temas clave como la seguridad y el desarrollo económico, será determinante para la gobernabilidad y el éxito de la agenda de Sheinbaum en los próximos años.
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