¿Qué implicaría la victoria de Kamala Harris o Donald Trump?
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre de 2024 son un evento de gran importancia no solo para ese país, sino también para México. Dado que la economía y la política de ambos países están estrechamente vinculadas, el resultado de estas elecciones tendrá un impacto directo en las relaciones bilaterales, el comercio, la política migratoria y la seguridad fronteriza. En este contexto, los votantes de origen mexicano, que también son ciudadanos estadounidenses, jugarán un papel crucial en el desenlace de la contienda. Este artículo analiza cómo podrían cambiar las dinámicas entre México y Estados Unidos dependiendo de si Kamala Harris o Donald Trump ganan la presidencia, y destaca la importancia del voto de los mexicanos-americanos en estas elecciones.
La relación con México si gana Kamala Harris
Si Kamala Harris, la candidata del Partido Demócrata, resulta ganadora en las elecciones de noviembre de 2024, se espera una continuidad en varias de las políticas implementadas durante la administración de Joe Biden. La relación entre México y Estados Unidos bajo una administración demócrata podría caracterizarse por un enfoque más colaborativo en temas de migración, cambio climático y derechos humanos. Harris ha mostrado una postura más abierta hacia la cooperación con México en el manejo del flujo migratorio y ha destacado la importancia de trabajar juntos para abordar las causas de la migración en Centroamérica.
Un gobierno de Kamala Harris podría significar la continuación de programas de apoyo económico a las comunidades migrantes en la frontera y un enfoque en la regularización de ciertos grupos de migrantes indocumentados en Estados Unidos. Para México, esto podría traducirse en una política migratoria menos confrontativa, con una mayor disposición a colaborar en el desarrollo de programas que beneficien tanto a migrantes como a las comunidades fronterizas.
Sin embargo, también se espera que Harris mantenga una postura firme respecto a la seguridad fronteriza y al control de sustancias ilícitas, lo que implicaría una presión para que México mantenga sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de personas. La relación económica, en el marco del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), podría mantenerse estable, con un énfasis en la promoción de inversiones sostenibles y la cooperación para enfrentar los desafíos del cambio climático.
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La relación con México si gana Donald Trump
En caso de que Donald Trump, el candidato republicano, regrese a la Casa Blanca, se espera un cambio significativo en la relación entre México y Estados Unidos. Trump ha sido un crítico constante de la política migratoria y comercial de México, y durante su administración anterior, implementó medidas como la construcción de un muro fronterizo y la política de “Permanecer en México”, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se resolvían sus casos en Estados Unidos.
Un segundo mandato de Trump podría implicar un endurecimiento de las políticas migratorias, con un enfoque más restrictivo en la frontera y una mayor presión sobre México para frenar los flujos migratorios. Esto podría generar tensiones entre ambos países, especialmente si se retoman medidas unilaterales como la imposición de aranceles a productos mexicanos, algo que Trump utilizó en el pasado como mecanismo de presión.
Desde el punto de vista económico, Trump podría intentar renegociar aspectos del T-MEC que considere desfavorables para Estados Unidos, lo que generaría incertidumbre en sectores clave de la economía mexicana como la industria automotriz y la manufactura. Sin embargo, la experiencia de su primer mandato muestra que la retórica dura de Trump también puede venir acompañada de una disposición a alcanzar acuerdos, siempre que considere que benefician a los intereses estadounidenses.
El papel del voto de los Mexicanos-Estadounidenses en las elecciones de 2024
Un aspecto crucial de las elecciones de noviembre de 2024 es la importancia del voto de los mexicanos que también son ciudadanos estadounidenses y tienen el derecho de participar en este proceso electoral. Según estimaciones, hay millones de personas de origen mexicano que pueden votar en Estados Unidos, y su participación puede ser determinante en estados clave como California, Texas, Arizona y Nevada.
La comunidad mexicano-estadounidense tiene intereses particulares que los candidatos buscan atender, como la política migratoria, el acceso a la salud y la educación, y las oportunidades económicas. La manera en que cada candidato aborde estos temas puede influir en el sentido del voto de esta comunidad, que ha demostrado ser una fuerza política relevante en las elecciones estadounidenses.
La elección de un presidente en Estados Unidos no solo afecta a los ciudadanos de ese país, sino que también tiene un impacto significativo en la vida de los migrantes en ambos lados de la frontera y en las relaciones diplomáticas y comerciales con México. Por eso, el voto de los mexicanos-estadounidenses no solo representa un derecho democrático, sino también una oportunidad para influir en el rumbo de las políticas que impactarán directamente a México y a la comunidad migrante.
México a la espera
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024 son un evento trascendental que tendrá un impacto directo en la relación con México, ya sea que gane Kamala Harris o Donald Trump. Mientras que Harris podría mantener una postura más colaborativa, enfocada en el diálogo y la cooperación en temas de migración y comercio, un regreso de Trump podría significar una política más restrictiva y confrontativa. En este contexto, el voto de la comunidad mexicano-estadounidense se perfila como un factor clave, ya que su decisión influirá en la dirección de la política migratoria y económica entre ambos países. Lo que ocurra en noviembre de 2024 definirá, en gran medida, los desafíos y oportunidades para la relación bilateral en los próximos años.
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