El fútbol en Culiacán es víctima colateral de la creciente narcoviolencia que azota al estado de Sinaloa. Los Dorados, equipo icónico que ha tenido figuras como Pep Guardiola en su cancha y a Diego Maradona en su banquillo, no disputará sus últimos tres partidos de la Liga de Expansión MX en su casa, Culiacán. Las razones: la peligrosa narcoguerra que sigue intensificándose.
De Culiacán a Tijuana: el cambio de sede
El club anunció que estos encuentros, incluidos el duelo contra Cancún, reprogramado ya el pasado 21 de septiembre por la violencia, se jugarán en Tijuana. También enfrentarán al Atlético La Paz y Alebrijes fuera de su estado. El comunicado del equipo destacó la difícil decisión de abandonar Culiacán temporalmente, invitando a los aficionados de Baja California a apoyar al equipo en este momento crítico.
Narcoviolencia paraliza eventos en Sinaloa
Este no es el único evento que ha sido suspendido en Sinaloa. La narcoviolencia también provocó la cancelación del tradicional Grito de Independencia y de conciertos de grandes artistas como Pepe y Ángela Aguilar, Banda MS, Luis Miguel, Alejandra Guzmán, y más. Las balaceras, bloqueos y asesinatos han afectado a todos los aspectos de la vida diaria en Culiacán.
En medio de este panorama, el Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, anunció medidas para aliviar la carga de los empresarios afectados. Aunque se condonarán recargos y multas en los impuestos sobre la nómina, las empresas tendrán que pagar, lo que genera la sensación de que el apoyo es insuficiente.
Los Dorados ahora buscan cerrar la fase regular en Tijuana, luchando por un lugar en la clasificación y dejando una profunda incertidumbre sobre cuándo podrán volver a su ciudad natal. Mientras tanto, Sinaloa sigue inmersa en una crisis de seguridad que no solo afecta al fútbol, sino también a la vida diaria de sus habitantes.