La Riviera Maya se convirtió en el escenario de una noche mágica gracias al Festival Paax GNP. Con la coordinación del reconocido coreógrafo Christopher Wheeldon y la batuta de la talentosa directora mexicana Alondra de la Parra, los asistentes vivieron una maratón de ballet clásico que deslumbró a todos.
El programa, titulado El mundo de Wheeldon, ofreció nueve piezas de ballet clásico, comenzando con Joyas, Diamantes de George Balanchine. La pareja conformada por Unity Phelan y Ben Rudsin, del National Ballet de Canadá, abrió la velada con un paso a dos que dejó al público fascinado. A pesar de la amenaza de tormenta en la región, los asistentes solo tenían ojos para los bailarines que llenaron el escenario del Salón Diego del Hotel Xcaret Arte.
Marianela Núñez y la esencia del ballet
Uno de los momentos más esperados de la noche fue la interpretación de La bella durmiente por la bailarina argentina Marianela Núñez, estrella del Royal Ballet de Londres. Su actuación, al ritmo de la música de Tchaikovski, elevó la energía del público y culminó con una ovación que resonó en todo el recinto.
Además, el acto final no pudo ser más espectacular: Don Quijote, con música de Ludwing Minkus, puso el broche de oro a la velada. Anna Tsygankova y Giorgi Potskhishvili, del Ballet Nacional de Holanda, transportaron a la audiencia al mundo de fantasía de este clásico, logrando que los aplausos no cesaran.
Por su parte, con talente de talla mundial y la magistral dirección de Alondra de la Parra, el Festival Paax GNP dejó claro que el ballet clásico sigue siendo un arte que conmueve y fascina, incluso en lugares donde reinan otros ritmos. El público no solo presenció un espectáculo; vivió una noche de magia artística.