Quintana Roo, uno de los destinos turísticos más importantes del mundo, ha enfrentado desafíos económicos significativos en los últimos años. La pandemia de COVID-19 impactó gravemente a la industria del turismo, el motor económico del estado, y dejó al descubierto la vulnerabilidad de depender casi exclusivamente de este sector. Sin embargo, expertos señalan que Quintana Roo también tiene una serie de oportunidades para diversificar su economía y consolidar un crecimiento más sostenible.
De acuerdo con Carlos Joaquín, exgobernador de Quintana Roo, “el turismo es nuestra mayor fortaleza, pero también nuestra mayor debilidad. Debemos trabajar en la diversificación de sectores como la tecnología, la agroindustria y las energías renovables para asegurar un desarrollo económico más equilibrado”. Durante la pandemia, el estado vio una caída drástica en la llegada de turistas, con una reducción del 50% en ocupación hotelera, según datos de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya. Este golpe puso en evidencia la necesidad de crear fuentes de ingreso alternas.
Quintana Roo tiene un gran potencial
Alejandro Díaz de León, exgobernador del Banco de México, ha señalado que Quintana Roo tiene un gran potencial para atraer inversiones en sectores como la energía limpia y la tecnología digital. “El desarrollo de energías renovables no solo sería una fuente de empleo y crecimiento económico, sino que también ayudaría a mitigar el impacto ambiental del turismo de masas en la región”, afirmó Díaz de León en un foro reciente.
Por otro lado, el Consejo Coordinador Empresarial de Quintana Roo ha señalado la importancia de mejorar la infraestructura para facilitar la atracción de inversiones y hacer que el estado sea más competitivo a nivel global. “Si bien el turismo seguirá siendo el pilar de la economía, es fundamental desarrollar infraestructura de calidad que apoye otros sectores como la logística y el comercio internacional”, comentó Iván Ferrat, presidente del Consejo.
El crecimiento poblacional en ciudades como Cancún y Playa del Carmen también está presionando la demanda de servicios y vivienda. Verónica Ceballos, economista especializada en desarrollo regional, indicó que “el rápido crecimiento urbano en Quintana Roo requiere inversiones urgentes en vivienda accesible y transporte público eficiente. De lo contrario, corremos el riesgo de exacerbar la desigualdad social y el deterioro ambiental”.
El futuro del turismo
En cuanto al futuro del turismo, David Ricardo Cortés, profesor de economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cree que Quintana Roo debe avanzar hacia un turismo más sostenible. “La sobreexplotación de recursos naturales y la saturación de destinos como Cancún y Tulum ponen en riesgo la sustentabilidad a largo plazo. Es necesario desarrollar políticas públicas que promuevan un turismo más respetuoso con el medio ambiente y las comunidades locales”, enfatizó Cortés.
En conclusión, aunque la economía de Quintana Roo sigue dependiendo fuertemente del turismo, los expertos coinciden en que hay grandes oportunidades para diversificarla. La clave será encontrar un equilibrio entre la preservación de su atractivo turístico y el desarrollo de nuevas industrias que fortalezcan el crecimiento económico del estado a largo plazo.