El director de la Academia Mexicana de la Historia, Javier Garciadiego Dantán, hizo una firme declaración sobre la relación entre la política y la interpretación histórica, subrayando que la historia debe ser respetada como una disciplina independiente y libre de influencias ideológicas. Durante la inauguración del Encuentro de Academias Hispanoamericanas de la Historia, en Trujillo (Cáceres), organizado por la Fundación Obra Pía de los Pizarro y presidido por el rey Felipe VI, el historiador expresó su preocupación por los intentos de influir políticamente en la narrativa histórica.
“La historia es mucho más larga y profunda que la política”, enfatizó Garciadiego Dantán ante la prensa. Añadió que la historia no puede ser dictada por el gobierno ni utilizada para validar posturas actuales. “La política no puede imponer una visión de la historia”, afirmó con convicción.
Director de la Academia Mexicana de la Historia afirma que «como mexicano, acato y acepto la decisión del Gobierno»
En sus declaraciones, también matizó su postura sobre la exclusión del rey de España en la toma de posesión de la futura presidenta Claudia Sheinbaum. “Como mexicano, acato y acepto la decisión del Gobierno”, explicó en referencia a esa exclusión. “Pero como historiador, digo que en México no existe la historia oficial”. Estas palabras reflejan la distinción que hizo entre la visión política y el análisis histórico. “Los políticos tienen ciertas percepciones, los historiadores tenemos otras”, insistió.
Garciadiego Dantán agregó que, desde su perspectiva, la historia de México y España va más allá de los conflictos iniciales y que, a lo largo de los siglos, ambos países construyeron una civilización mestiza y sincrética, que define la identidad mexicana actual. “Tras un inicio conflictivo, México y España crearon una civilización extraordinaria, que es México”, dijo, destacando el valor de la diversidad y la complejidad del pasado compartido.
La independencia de la historia frente a la política
El académico hizo un llamado a preservar la integridad de la investigación histórica y a evitar que la historia sea utilizada como un arma política. “Es responsabilidad de los historiadores garantizar que el conocimiento del pasado se transmita de manera objetiva y con rigor científico”, añadió. Además, hizo énfasis en que la historia no debe verse como un instrumento de validación política, sino como una herramienta para comprender los procesos sociales y políticos en toda su profundidad y complejidad.
Con estas declaraciones, Javier Garciadiego Dantán defendió la importancia de mantener la independencia de la historia frente a la política, resaltando que los historiadores deben seguir trabajando para ofrecer una visión completa y veraz del pasado, sin sucumbir a las presiones ideológicas o políticas.