La primera obra de arte creada por un robot humanoide de Inteligencia Artificial, llamada A.I. God, fue subastada en Sotheby’s Londres, alcanzando la sorprendente cifra de 1.08 millones de dólares. La pieza, un retrato monumental del matemático británico Alan Turing, superó ampliamente la estimación inicial de 180,000 dólares.

27 ofertas y un comprador anónimo
Con 2.2 metros de altura, A.I. God atrajo 27 ofertas en una competencia acalorada que concluyó con la venta de la obra a un comprador anónimo. La pieza fue creada por el robot Ai-Da, bautizado en honor a Ada Lovelace, la primera programadora de la historia.
En declaraciones de la propia Ai-Da, quien utiliza un avanzado sistema de IA para comunicarse, la obra busca “catalizar el diálogo sobre las tecnologías emergentes”. Además, el retrato de Turing simboliza su visión futurista y la compleja relación entre la inteligencia artificial y la humanidad.
Alan Turing: Inspiración y legado
Alan Turing, pionero en la informática, jugó un papel crucial en la Segunda Guerra Mundial al descifrar códigos alemanes y sentar las bases para la computación moderna. Ai-Da completó una serie de 15 pinturas de Turing, pero solo una llegó a la subasta.
Un momento crucial en el arte contemporáneo
Aidan Meller, diseñador de Ai-Da y experto en arte moderno, señaló que esta venta representa un hito: “El trabajo de Ai-Da destaca la rápida intersección de la IA en el mundo del arte, impulsando debates sobre los cambios sociales y culturales.”
¿Qué implica el futuro del arte?
La obra de Ai-Da invita a reflexionar sobre el papel de la IA en la creatividad y sus implicaciones éticas y sociales.Sotheby’s consideró esta venta como un momento decisivo en la historia del arte, marcando un punto de convergencia entre tecnología y expresión artística.