El grupo BRICS, compuesto originalmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, está en plena expansión, con su reciente cumbre celebrada en Kazán, Rusia, del 22 al 24 de octubre de 2024. Este encuentro ha marcado un momento decisivo, ya que el bloque ha invitado a nuevos miembros como Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, buscando reforzar su posición como una alternativa a las instituciones financieras dominadas por Occidente. Aunque México aún no forma parte del BRICS, el interés por el grupo y su impacto potencial en la geopolítica latinoamericana, así como su relación con Estados Unidos, lo colocan en el centro del debate. A continuación, analizamos los detalles más recientes de esta cumbre y lo que significa para México.
La expansión de los BRICS y su visión global
Durante la cumbre de Kazán, uno de los temas principales fue la ampliación del grupo, que a partir de 2024 incluirá nuevos países. Este movimiento busca consolidar a los BRICS como una plataforma para los países del sur global que buscan reducir su dependencia de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. La entrada de nuevos miembros amplía la influencia de los BRICS en regiones clave, como Medio Oriente y África, lo que refuerza su papel en la creación de una arquitectura financiera alternativa, con un enfoque en el comercio en monedas locales y la reducción del uso del dólar en transacciones internacionales.
Para México, que ha mantenido una relación histórica con Estados Unidos y forma parte del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), esta expansión del BRICS presenta tanto desafíos como oportunidades. A medida que el grupo fortalece su presencia global, México enfrenta la posibilidad de considerar alianzas alternativas para diversificar sus lazos económicos, especialmente en un contexto donde las tensiones comerciales con Estados Unidos pueden reconfigurar las dinámicas de la región.
También te puede interesar: ¿Qué son los BRICS?
La relación de México con los BRICS y el impacto regional
Aunque México no ha expresado oficialmente su interés en unirse al grupo, el creciente protagonismo de los BRICS podría tener implicaciones para la estrategia geopolítica del país. La posibilidad de que países de América Latina, como Argentina y Venezuela, se acerquen más al bloque abre un espacio de influencia que México no puede ignorar. Esto es especialmente relevante considerando que la región busca nuevos socios económicos y plataformas para enfrentar desafíos globales como la inflación y la crisis climática.
La cumbre de Kazán ha destacado la importancia de los BRICS como una vía para los países en desarrollo que buscan mayor independencia económica frente a las sanciones y presiones políticas de Occidente. En este sentido, algunos analistas sugieren que México podría beneficiarse de observar los movimientos de los BRICS y evaluar su posible integración en el futuro, especialmente si desea diversificar sus opciones económicas más allá de su relación con Norteamérica
Reacciones internacionales y perspectivas para 2025
La expansión de los BRICS ha generado reacciones mixtas a nivel global. Mientras que países como China y Rusia celebran la incorporación de nuevos miembros como una muestra de la fortaleza del bloque, en Occidente, la respuesta ha sido de cautela. Estados Unidos y la Unión Europea ven en los BRICS una creciente competencia en la esfera de la influencia económica global.
Para México, este contexto implica un escenario de análisis profundo sobre la viabilidad de acercarse a una estructura de colaboración como los BRICS, en un momento donde las tensiones geopolíticas afectan las cadenas de suministro y el comercio global. A medida que se aproxima 2025, la administración de Claudia Sheinbaum tendrá que definir su posición frente a un mundo multipolar, donde la expansión de los BRICS podría redefinir las alianzas estratégicas de América Latina
Un camino de observación y oportunidades para México
La reciente cumbre de los BRICS en Kazán ha reforzado la importancia de este grupo como un polo de poder económico alternativo. Aunque México aún no ha buscado oficialmente un lugar en este grupo, la expansión de los BRICS ofrece lecciones y potenciales oportunidades de diversificación económica que el país debe considerar en el futuro cercano. En un contexto global de tensiones y reconfiguración de alianzas, la relación entre México y los BRICS podría ser un tema clave en los próximos años.