Ucrania ha marcado un giro estratégico al disparar por primera vez misiles ATACMS contra territorio ruso. Este armamento, proporcionado por Estados Unidos, representa una escalada significativa en el conflicto, especialmente tras las recientes tensiones en el ámbito nuclear.
Ataque en Bryansk: el impacto inicial
A las 03:25 del martes, Ucrania lanzó seis misiles ATACMS hacia un objetivo en Bryansk, según confirmó el Ministerio de Defensa ruso. Aunque cinco de los misiles fueron derribados y uno resultó dañado, fragmentos provocaron un incendio en una instalación militar. Moscú declaró que no hubo víctimas ni daños graves.
Por su parte, el ejército ucraniano afirmó que el ataque destruyó un depósito de municiones cerca de Karachev, causando múltiples explosiones secundarias. Sin embargo, no confirmó el uso de los misiles ATACMS.

Respuesta de Rusia: amenaza de escalada nuclear
La reacción rusa no se hizo esperar. Serguéi Lavrov, canciller de Rusia, aseguró en el G20 que este ataque podría convertir a Estados Unidos en un «participante directo del conflicto». Esto ocurre tras la aprobación de cambios en la doctrina nuclear de Rusia, que ahora considera un ataque conjunto cualquier agresión respaldada por potencias nucleares.
1.000 días de conflicto: ¿Qué sigue?
Mientras se cumplen 1.000 días de guerra, Ucrania intensifica su llamado a los aliados para recibir más apoyo militar. En un comunicado, enfatizó: «Necesitamos la paz a través de la fuerza».
Este ataque subraya la creciente complejidad del conflicto y eleva las tensiones internacionales. La comunidad global observa con preocupación qué pasos seguirán ambas potencias.